28 septiembre 2009

La población de Bernardos

LA EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN BERNARDOS (1750-2001)

La población es un indicador de la evolución económica de un territorio. Aunque no hay que utilizarlo siempre como elemento automático de riqueza, en tiempos pasados un pueblo numeroso era síntoma inequívoco de un pueblo próspero y con actividad. La despoblación de los pueblos, por el contrario, era síntoma de pérdida de sus fuentes de riqueza o de su crisis imparable. En la actualidad, siguen vigentes a grandes rasgos estos principios, aunque no siempre el hecho de un pueblo numeroso quiere decir que su población sea más próspera que la de un pueblo pequeño. Hay que tener en cuenta diferentes factores como la renta, la edad de la población, etc. Pero es cierto que un pueblo muy pequeño y envejecido tiene pocas posibilidades de crecer.

El INE ha publicado los datos de los censos de la evolución de la población de los municipios españoles desde 1840. Aunque algunas de las cifras pueden ser discutibles, con ellos y los recuentos de población del siglo XVIIII, observamos que la población de Bernardos en los últimos dos siglos y medio ha conocido fases bien diferentes, relacionadas con los periodos de mayor o menor actividad económica. Así se pueden distinguir dos épocas muy bien definidas:

-Una primera que comenzó antes de la mitad del siglo XVIII y llegó hasta prácticamente un siglo después. La población en esos años creció rápidamente sin apenas interrupción. En un siglo el número de habitantes se duplicó, desde algo menos de mil a más de 2.100. Bernardos, según el censo de 1857, ocupaba el tercer lugar entre los pueblos más poblados de la provincia, superando a Carbonero el Mayor o Villacastín. Las altas tasas de natalidad generaban, muchos años, más de 100 nacimientos anuales. El auge de esta rápida expansión se debe a una estructura económica apoyada en la industria textil, con numerosos fabricantes que disponían de telares para hacer paños de lana. Además casi todo el proceso se desarrollaba en el pueblo, favorecido por las instalaciones situadas en el río Eresma, donde se hacían labores como el abatanado. Los fabricantes formaban una sociedad para aprovechar colectivamente estas costosas instalaciones. Además empleaban a muchos trabajadores y trabajadoras para realizar las distintas labores, desde el preparado de los vellones hasta el tejido de los paños. Las mujeres estaban especializadas en hacer el hilado, con ruecas de mano. En muchas casas trabajaban los miembros de la familia, pero también se empleaban a otros como jornaleros. Esta etapa de crecimiento es la más dinámica y proporciona una diversificación de actividades con oficios artesanales y comerciales.

- Sin embargo, la época dorada no se mantuvo. Desde mediados de la década de 1860 comienza una segunda etapa, caracterizada por la crisis que lentamente irá debilitando el principal sector económico, el textil, hundiendo a los fabricantes más débiles y reduciendo las posibilidades de trabajo para muchos jornaleros. En 40 años Bernardos pierde un 25% de la población y a fines del siglo XIX se queda poco más o menos como en 1787, pero con una tendencia negativa, ya que los signos de sus actividades eran de estancamiento. Al entrar en el siglo XX todavía quedan telares y batanes, pero con menos fabricantes y con más trabajadores empobrecidos, ya que difícilmente encuentran trabajo todo el año, lo que les obliga a emigrar aunque no pierdan su condición de vecinos del pueblo, como se demuestra en las diferencias entre la población de hecho y la de derecho, esta última mucho mayor.

Evolución población

Fuente: INE

Con todo ello, durante la primera mitad del siglo XX se frena la caída de población y el número de habitantes se mantiene en torno a los 1.500. El descenso de la actividad textil se compensa con el ascenso de la explotación de las canteras y los efectos de la guerra civil dan un último respiro a la industria, que se apoya en la demanda rural del interior de Castilla.

Pero es solo un periodo de transición que retrasa un poco el derrumbe definitivo. La apertura económica en los años 1950 y 1960 acaba con los mercados donde iban las piezas bastas de los telares, y terminan por dar la puntilla a la industria textil. La agricultura comienza a introducir maquinaria y a desechar mano de obra. La ganadería tampoco se mantiene. Entre 1950 y 1970 Bernardos perdió más de un 30% de su población y cayó por debajo de 1.000 habitantes, situación que no se daba en 200 años. Fueron las décadas de la gran emigración a Madrid, País Vasco y Francia principalmente. Las pizarreras quedaron como el principal sector fuera de la agricultura, pero no pudieron evitar la sangría, que se ha seguido produciendo hasta hoy, momento en que somos poco más de 600 habitantes.

Evolución de la población en Bernardos
Fuente: INE y Censos del siglo XVIII

En próximas colaboraciones detallaré los rasgos principales de cada fase. Cabe concluir por el momento que, en la actualidad, Bernardos no se puede comparar con el potencial ni la renta que tuvo en tiempos pasados. Y, por ello siempre hay que pensar en el número de habitantes para desarrollar cualquier actividad, fiestas incluidas.

José Ubaldo Bernardos

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