05 febrero 2007

La Fiesta de Santa Águeda

A todas las mujeres de Bernardos

El día 5 de febrero se celebra en casi todos los pueblos del Norte de España la fiesta de santa Águeda, la Virgen de los pechos como se la llama en algunos pueblos de Valladolid y Zamora. Esta atribución se debe a que la imaginería tradicional ha presentado a santa Águeda con un plato en la mano, mostrando sus pechos cercenados.

Según la tradición católica, santa Águeda, es una mártir siciliana de los primeros siglos del cristianismo que sufrió el martirio condenada por Quinciano, que trato por todos los medios de hacerla renunciar a su religión. Desde entonces es la patrona de las mujeres casadas y lactantes, y le ofrecen votos y mandas, mientras están amamantando a las criaturas con el fin de que por su mediación tengan leche suficiente para alimentar a sus niños.

Esta fiesta religiosa, tiene también una serie de connotaciones paganas importantes. Este día, ‘en el que mandan las mujeres’, el pueblo es tomado por ellas y su cofradía, nombran alcaldesas o mayordomas, exigen al alcalde la vara de la justicia y excluyen a los hombres o los admiten según su conveniencia.

Los orígenes de la Fiesta en Bernardos son un tanto inciertos. No hay datos de cuando se fundó la Cofradía de santa Águeda, solo sabemos que se celebra de ‘toda la vida’.Don Ildefonso Llorente Fernández en su libro La Virgen del Castillo escrito en 1867, habla así:

Además del Mayordomo hay Santeras, que son cuatro recién casadas, elegidas cada año el día de la festividad de San Pedro y cuyo misterio es edificante y bellamente piadoso. Todos los días festivos, antes de la misa mayor…recorre cada Santera determinadas calles del pueblo, llamando a todas las puertas, y con una sencillez y candor admirables, después de llamar diciendo <Ave María Purísima> piden limosna para la Virgen del Castillo. Los fondos recaudados son entregados en la Mayordomía; y rarísima vez sucede, que cuando estas jóvenes llaman a la puerta, se las despida sin darles algo para el culto de la Virgen’.

¿Pudiera ser que estas cuatro Santeras, con el paso de los años y la influencia de otros pueblos como Zamarramala, se hayan convertido en Aguederas?

Bernardos se diferencia del resto de los pueblos de la provincia en que los hombres si participan en la Fiesta. Los maridos de las aguederas acuden a la Iglesia acompañándolas; van al refresco que ofrece la Cofradía; a pedir por el pueblo y a la comida que celebran todas las cofrades. Esta participación masculina en una fiesta propiamente de mujeres es motivo de controversia entre las cofrades. ¿Tienen que seguir acudiendo los maridos como ‘toda la vida’?¿ Tiene que ser una fiesta solo de mujeres como en el resto de los pueblos?

‘Es el único pueblo donde van los hombres, yo creo que no deberían de ir. Es un día solo para las mujeres. Era mejor que se vistieran unas pocas más (se refiere al traje regional) y se fueran a pedir por el pueblo con las aguederas’.
‘Al. dice que se tienen que reunir para que no vayan los maridos, que eso es cosa de mujeres’

Parece que las cofrades tienen ya preparada una formula alternativa y en la lista de las cofrades, al lado del nombre de algunas hay la siguiente anotación: ‘echar sin marido’. Eso significa que el marido no quiere ir, o que ellas no quieren que vayan. Según me han explicado pueden ‘echar’ a cuatro que no quieran ir con maridos o que no tengan maridos como es el caso de las solteras o de las viudas.

La Fiesta ha sufrido cambios sustanciales desde el siglo pasado hasta nuestros días, por la incorporación paulatina de la mujer al mundo laboral y por la emigración de los vecinos de Bernardos hacia la ciudad. En un principio eran tres días consecutivos de Fiesta, actualmente, solo hay un día y se celebra el sábado más próximo al día 5 de Febrero.

Durante la Guerra y la inmediata postguerra, por razones obvias se dejó de celebrar. Posteriormente y por iniciativa de un grupo de mujeres se volvió a celebrar. Así lo expresan las mujeres de Bernardos:

‘Esto se hace desde hace mucho, era yo muy pequeña nací en el año 1931, así que fíjate. Durante la Guerra no hubo nada, después la Au fue quién lo empezó a mover.
‘Tengo noventa y dos años, he sido Aguedera varias veces, pero hace cuarenta y cinco que enviudé. Mi madre y mi abuela también lo fueron. Antes si había fiesta. Eran tres días. Se ponían tres manteos (falda del traje regional) de tres colores distintos, uno para cada día. El primer día el rojo, luego el azul y el último el amarillo’.

Las Aguederas de aquellos años, acudían a la Iglesia con sus maridos, tomaban el refresco con todas las de la cofradía, pedían por el pueblo pero luego comían las cuatro juntas con sus esposos, en casa de alguna de ellas o en algún bar. La costumbre de comer todas las cofrades juntas es reciente.

Las Aguederas mayores, cuentan que iban a ‘pedir la castaña’, a casa de las recién casadas y así las hacían de la Cofradía. Llevaban bollos a casa de la novia, que muchas veces vivía con los padres del marido o de ella, preguntaban ¿Cuánto vale tu castaña? ó ¿Cuánto vale la castaña de tu hija? Y la novia o la madre daban dinero para la Cofradía y recibían un bollo. La castaña en esta zona de Castilla tiene una clara connotación sexual, se refiere al aparato genital femenino. Por lo tanto mediante este ‘rito de paso’, la mujer entra a formar parte de otro mundo, el mundo de las casadas, y paga un precio simbólico, así lo expresan:

‘La cosa era que a las que se casaban en el año, iban las de la Cofradía a pedirles ‘la castaña’, la castaña hija no hace falta que te explique lo que es… Te pedían la castaña y te hacían de la cofradía’.
‘Las de la Cofradía iban a casa de las que se habían casado ese año, generalmente estas vivían en casa de la madre y le decían ¿Cuánto vale la castaña de tú hija?. Así de paso las hacían de la cofradía y la madre daba lo que quería’.

Para algunas, ‘pedir la castaña’, resultaba vergonzoso, era como poner precio a la virginidad o a la honradez de la novia, iban a casa de la recién casada a pedir dinero para la Cofradía y de esta manera simbólica a decir a la recién casada que podía entrar a formar parte de ‘su mundo’.

‘Yo lo de pedir eso no lo decía, es una palabra muy fea. Nosotros pedíamos la costumbre. Íbamos a la casa de las madres de las que se habían casado ese año…’

Actualmente, no ‘piden la castaña’, ni ‘la costumbre’, tampoco van a pedir a casa de los forasteros que llegan al pueblo durante el año, ni piden cuando pasa el coche de línea. Solo piden el día de la fiesta y no todas.

La Cofradía estaba formada única y exclusivamente por mujeres casadas o viudas. Actualmente se han incorporado varias mujeres solteras lo que indica también la ‘modernización’ de las instituciones tradicionales.

Mercedes Casas Buján

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